Paqui Borrallo pasó 24 días aislada en su domicilio con síntomas similares a los de una gripe, realizando importantes esfuerzos en la desinfección de su hogar para evitar contagiar a su madre. Con su experiencia y la de una enfermera del hospital Reina Sofía comenzamos a conmemorar el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, este año marcado por el Covid 19.
Pinchazo en la garganta, dolor muscular en piernas y brazos, cansancio, dolor leve en el pecho, algo de fiebre… y miedo. El miedo está siendo una de las sensaciones que más experimentan quienes son diagnosticados de Covid-19. Miedo a la evolución de la enfermedad, pero sobre todo, miedo a contagiar a un ser querido. Lo sabe bien Paqui Borrallo, una de las dos personas que hasta el momento han sido diagnosticadas en Doña Mencía de la enfermedad y que han superado el virus.
Paqui es auxiliar de clínica en el Hospital Infanta Margarita de Cabra y explica que en su caso, ha sido más duro el proceso psicológico que el físico. “Había dado positivo teniendo a mi madre de 91 años viviendo conmigo y no me podía aislar en una habitación”. Así lo ha contado en Onda Mencía Radio, donde confirma que pasó los 24 días de aislamiento domiciliario con un EPI puesto, con pantalla y mascarilla, para cuidar de su madre y acompañarla en todas las rutinas diarias. Temía igualmente que llegara uno de los síntomas que más suele preocupar, cómo es la falta de aire, aunque indica que esto finalmente no ocurrió y que su sintomatología ha coincidido bastante con la de una gripe.
Ejerciendo su profesión en el hospital ha vivido de cerca las peores consecuencias del Sars-Cov-2. “Sufres mucho por la gente, hay personas que no se nos olvidarán nunca. Ha sido muy duro”. Cuando le preguntamos cómo cree que se contagió, admite que le ronda siempre el mismo instante en la cabeza. Cree que ocurrió el día en el que se le rompió una bata de protección elaborada con bolsas de basura. O en algún turno en el que tras atender a algún paciente con el EPI puesto, salió con todo el uniforme empapado en sudor. En el momento en que comenzó a experimentar los primeros síntomas, le hicieron la prueba correspondiente. “Cuando me dieron la noticia de mi positivo, en mi propia casa, yo no sabía dónde tocar”. Empezaron ahí sus rutinas de limpieza con lejía y una cadena de medidas de protección que consiguieron que ella superara la enfermedad y que su madre no se infectara.
Cuando los síntomas cesaron, le volvieron a hacer la prueba, tanto a ella como a su madre, y ambas dieron negativo, recibiendo así la mejor de las noticias posibles. Paqui Borrallo ha querido además agradecer a través de la radio el apoyo que ha recibido por parte de los vecinos y vecinas de Doña Mencía. Recuerda no obstante, que al principio salieron bulos sobre falsos contagios de personas de su entorno, que afortunadamente fueron cesando tras el comunicado que hizo público la Policía Local desmintiéndolos. A pesar de ello, resalta lo bien que se ha portado el pueblo con ella.
A la población pide que no se confíen, que el virus sigue existiendo. Recuerda que puede haber personas asintomáticas que contagien e insiste en que hay que mantener todas las precauciones y medidas de seguridad recomendadas. Sobre su posible inmunidad tras haber superado la enfermedad, señala que es algo que de momento se desconoce. En unos días le realizarán de nuevo pruebas para comprobar los anticuerpos que ha podido desarrollar. “Viviendo lo que he vivido, yo voy con mascarilla como si no lo hubiera pasado porque no me fio”.
Día Mundial de Acción por la Salud de las Mujeres
La entrevista que en Onda Mencía Radio hemos realizado a Paqui Borrallo coincide con la conmemoración este 28 de mayo, del Día Mundial de Acción por la Salud de las Mujeres, una fecha que este año celebramos dando voz a distintas profesionales sanitarias, de la mano de la escuela de adultos de Doña Mencía, centro que promueve anualmente distintas acciones en torno a este tema. Hoy además hemos conversado con la enfermera, Lourdes del Río. Ella presta servicio en el Hospital Reina Sofía de Córdoba, y durante la época más dura de la pandemia trabajó en la unidad de maternidad de dicho centro hospitalario. Lourdes coincide con el resto de sanitarios en la sensación de miedo que experimentaban cada día por temor a lo que podrían encontrarse en su unidad y por temor también a ser contagiados e infectar a sus seres queridos al volver a casa. “Aunque nos cambió totalmente la vida, nos sentimos reconfortados por poder ayudar y cumplir con nuestro trabajo,” explica.
En Onda Mencía nos ha comentado cómo han funcionado el servicio de maternidad y de neonatología del Reina Sofía durante el inicio del estado de alarma. A la población pide que continúe extremando las medidas de precaución para evitar posibles rebrotes del virus. Incide en que ha sido muy duro lo que han vivido en los hospitales estas semanas y explica que los profesionales se encuentran agotados física y psicológicamente, un cansancio del que necesitan recuperarse todavía.