Los agricultores interesados pueden aportar sus datos en el Ayuntamiento, hasta el 24 de febrero. De ser suficientes, podrían encargar a una empresa especializada la redacción del proyecto que establecería cómo llevar las aguas depuradas de la EDAR a las distintas fincas. Si Confederación da el visto bueno, los beneficiarios podrán encargar también la ejecución de la obra.
Hasta el 24 de febrero los agricultores interesados en la posible creación de una comunidad de regantes en Doña Mencía, pueden aportar sus datos en el Ayuntamiento. El objetivo de su constitución sería aprovechar, para riego de olivar, las aguas procedentes de la Estación Depuradora de Aguas Residuales de la localidad (EDAR). Es por ello que la convocatoria se realiza, en principio, a los propietarios de las fincas que se encuentren en la zona regable aledaña a la depuradora. De haber suficientes personas interesadas, podrían encargar la redacción del proyecto técnico correspondiente a una empresa especializada, documento que requerirá el visto bueno de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, y que igualmente la comunidad tendría que encargar después a una empresa del sector.
Fue este verano, ante las restricciones impuestas en la provincia como consecuencia de la sequía, cuando muchos agricultores solicitaron el aprovechamiento para riego de las aguas depuradas del municipio. Tal y como explica el concejal de Agricultura, Tomás Úbeda, es un asunto que se planteó también en el Consejo Agrario local y sobre el cual, incluso la cooperativa estaba tratando de recibir asesoramiento. Dado el interés, desde el Ayuntamiento contactaron con dos empresas del sector, una de Sevilla y otra de Baena. Fue esta última la que ofreció una charla informativa en la Casa de la Cultura “Juan Valera”, el pasado 13 de enero.
Tomás Úbeda ha indicado que la zona regable que podría beneficiarse de este proyecto afectaría a 216 agricultores, abarcando 259 hectáreas, de las que podrían regarse 105, teniendo en cuenta que ahora mismo las concesiones son de 1.500 metros cúbicos de agua por hectárea y año. “Dependiendo de la cantidad de agua que depuramos, nos darían una asignación. No todas las aguas depuradas se pueden aprovechar para agricultura. Y este agua solo sería para uso de riego, no se puede utilizar para tratamientos fitosanitarios,” explicaba el responsable municipal de Agricultura, aludiendo a la información obtenida en la citada reunión.
De momento, los interesados que han aportado sus datos no llegan a la decena. Lo complejo de este proyecto, tal y como apuntaban también en el encuentro mantenido en la Casa de la Cultura, podría ser poner de acuerdo a todos los posibles beneficiarios para crear la comunidad de regantes. Además, tanto la redacción del proyecto como la ejecución de la obra, deben ser financiados por los interesados y es un procedimiento lento y costoso. Del mismo modo, la instalación de regadío supondría cambios de cara a la recepción de ayudas de la PAC.
Sin embargo, la iniciativa permitiría poner solución a la falta de agua en periodos de sequía como el actual, con mayores garantías para tener buenas cosechas cada año, con los beneficios económicos que esto conlleva. Además, supondría un aumento importante del valor catastral de las fincas, al que habría que sumar el valor social de la acción, que también completaría de manera provechosa el ciclo integral de agua.
“Desde el Ayuntamiento estamos intentando mantener a los agricultores informados y luego tienen que ser ellos los que tomen la decisión,” explicaba el concejal de Agricultura.
Los datos se están recogiendo, hasta el 24 de febrero, en los servicios técnicos de la segunda planta del consistorio.