La exposición de fotografías de Guillermo Carabaño fue inaugurada el domingo en la Casa de la Cultura. La intervención permitía al público seleccionar y llevarse la imagen que más le gustase. Se trataba de 138 instantáneas, impresas en formato polaroid, de los más variados detalles e instantes capturados.
Octubre terminó con, probablemente, la exposición más corta que ha acogido DMencia. Una intervención caracterizada por su brevedad, pero también por su capacidad de expansión. De hecho, todos los que disfrutaron el domingo de la inauguración de “La efímera fotográfica”, se llevaron consigo parte de esta muestra, pues tuvieron la oportunidad de escoger una de las instantáneas y llevársela. La propuesta es obra de Guillermo Carabaño, aficionado a la fotografía capaz de fijar su objetivo en detalles que no todos los ojos ven. “Procuro sacar otra perspectiva, tener una visión al margen de lo que suele ser la mirada convencional,” indicaba el autor.
En la Casa de la Cultura fue el propio público el que, primero, recogió las 138 instantáneas, formato polaroid, de esta intervención y las colgó en los tendederos de cuerda habilitados para ello en la sala de exposiciones. A continuación, el concejal de Cultura Vicente Cantero, el comisario de DMencia Moisés Bedmar y el propio autor, presentaron la iniciativa. Contaron incluso con la intervención telemática de Lía Schenck, cómplice de Carabaño en el debut de “La efímera”, en 2015, en el Parque Rodó de Montevideo, durante la Feria Anual del Libro. Seguidamente, el público asistente accedió a la sala para contemplar las fotografías, comentarlas e incluso coger alguna, favoreciendo así la desaparición de la exposición, en este caso en prácticamente dos horas. “Es un ejercicio creativo, un juego donde yo interacciono como autor de las fotografías, con la gente que participa observándolas, comentándolas y llevándoselas.” Tal y como el propio Guillermo añadía, son imágenes muy diversas, tomadas en distintos lugares del mundo. La obra evoluciona por lo tanto, con cada selección de los participantes, motivada por los más variados gustos e intereses.
En torno a 5.000 fotos han sido retiradas en las más de un centenar de efímeras que Guillermo Carabaño ha realizado, tanto en espacios públicos como privados, viajando por distintos lugares del planeta, desde bosques, playas, casetas de socorrista o bares, a balcones, salones o consultas de algún dentista. “Es un juego de interacción entre personas, a través de la imagen. La imagen que yo hago tiene un significado y la que tú seleccionas tiene otro“.
Esta propuesta permite además al espectador, conseguir en formato tangible algunas de las imágenes que el autor cuelga como @kolosales en Instagram, concediendo así una mayor transcendencia a cada detalle capturado.
“La efímera fotográfica” ha formado parte de las actividades paralelas de la XXIII Muestra de Arte Contemporáneo DMencia, que este año giran en torno a la temática nomadismos, migraciones, sujeto y objeto en el viaje.