La primera fase de la rehabilitación del edificio del molino está a punto de terminar. La intención del Ayuntamiento es recuperar las otras dos casas de la zona, que cuentan con protección, para distintos usos. Así como construir una plaza pública aledaña.
Ya está a punto de culminar la rehabilitación del edificio del molino del Conjunto Vergara. Los trabajos están siendo ejecutados por la empresa cordobesa INGEDECA y se financian con cargo al Plan Provincial Plurianual de Cooperación a las Obras y Servicios municipales, de la Diputación de Córdoba 2019-2023, que destina a este fin 369.542 euros. La intervención ha permitido rehabilitar toda la nave, incluida la cubierta y el pasillo de entrada que conecta con la calle Obispo Cubero. Se ha llevado a cabo además, respetando al máximo todo lo que había, luciendo exteriores e interiores a piedra vista. “Era un molino de prensa de finales del siglo XIX. Un molino que estuvo funcionando hasta los años 60 o 70,” explica la concejala de Urbanismo, Mª Santos Córdoba. “No podíamos consentir que un espacio como este, justo en el centro de nuestro pueblo, estuviese hecho una escombrera,” añadía.
Además, la empresa menciana Tacsa está limpiando la maquinaria del molino con una subvención de Diputación, de 6.800 euros, destinada a conservación y mantenimiento de bienes muebles, aportando el otro 50% del coste el propio consistorio. Toda esta actuación está permitiendo que el futuro Museo del Aceite de Doña Mencía, comience a tomar forma, algo que incluso podrán comprobar los propios vecinos y vecinas en una próxima jornada de puertas abiertas a celebrar. Cabe recordar sin embargo, que la intervención que ahora termina corresponde a una primera fase centrada en la recuperación del edificio. Por lo tanto, queda todavía pendiente una segunda fase para dotarlo de las instalaciones necesarias para su uso.
El siguiente paso relevante, referente al Conjunto, será la salida a licitación de la antigua casa de Manolo Vergara. El Ayuntamiento cuenta así con 100.000 euros, de Diputación, para la ejecución de una primera fase que comience a consolidar este edificio, con la intención de transformarlo después en la nueva sede del Instituto Provincial de Bienestar Social.
También forma parte del conjunto otra casa señorial, que igualmente está en mal estado y cuyo uso aún no ha sido definido. Justo antes de llegar a ese edificio hay otro que se demolerá próximamente, labor para la que ya se cuenta con financiación.
Además de la puesta en marcha del Museo del Aceite, y el traslado de los Servicios Sociales comunitarios, el proyecto que el Ayuntamiento quiere desarrollar en esta zona incluye la urbanización del espacio, habilitando una plaza pública en el lugar. “El objetivo es crear un espacio público, conservando los espacios catalogados y la construcción regionalista que caracterizaba a estos edificios“.
Hay que recordar que los inmuebles que componen este conjunto están muy deteriorados, pero cuentan con protección estructural, por lo que las intervenciones a proyectar deben respetar esa catalogación. Más de una década le costó al Ayuntamiento hacerse con los terrenos que ocupan el conjunto, tras numerosas negociaciones con los herederos de los distintos inmuebles, así como tras desarrollar los diversos trámites administrativos necesarios.