Ortiz formó parte de la decimoquinta promoción de la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores. En Onda Mencía ha recordado cómo el escritor siempre hablaba bien de Doña Mencía y del ambiente que aquí se encontraba.
Antonio Gala dijo a través de sus versos que “el olvido no existe. La belleza se añora sin cesar y se persigue, memoria y profecía de sí misma. La belleza es un sino, lo mismo que la muerte“. Palabras que han cobrado especial protagonismo estos días, tras la muerte de este dramaturgo, novelista, poeta y ensayista, acontecida el domingo, a sus 92 años, en el Hospital Reina Sofía de Córdoba. Palabras que recordó además, ante su capilla ardiente el lunes, una de las residentes de la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores, institución a la que él, en más de una ocasión se refirió como su gran legado. Precisamente, sus cenizas descansan ya en el jardín del centro.
La institución que creó permitió a numerosos jóvenes desarrollar los más variados proyectos creativos. Cada curso, residían allí artistas seleccionados que convivían y recibían visitas de otros autores ya consagrados. Lo recuerda bien el artista menciano Antonio Ortiz, residente de la Fundación Antonio Gala, en su decimoquinta promoción, vivida entre los años 2016/2017. Aquel curso, nuestro vecino fue el único cordobés de los trece creadores admitidos, llegados de distintos puntos de España e incluso de países como México y Marruecos.
“Es una noticia triste. Es un orgullo haber formado parte de la familia de su fundación y haber conocido a tantísimas personas que pasaron por allí. Fue una experiencia muy gratificante“. Antonio Ortiz desarrolló allí su proyecto pictórico “Espacio interior y objetos” y tuvo la oportunidad de conocer a Antonio Gala, aunque por entonces, ya sufría de importantes problemas de salud. Ortiz destaca que Gala, incluso comía con ellos a diario cuando residía en la fundación. Al mismo tiempo, recuerda el cariño con el Gala hablaba de Doña Mencía. “Siempre hablaba maravillas del pueblo y destacaba el gran ambiente que había visto aquí, e incluso le encantaba el nombre del municipio“. “Le agradezco todo lo que nos dio, nos vamos con una huella suya en el corazón“.
Una de las últimas veces que Antonio Gala vino a Doña Mencía fue en el año 2005. Visitó entonces la exposición que uno de los alumnos de su fundación inauguró, dentro de la VII Muestra de Arte Contemporáneo DMencia.