Este sábado, a las 21´00 horas, inaugura una exposición de pintura que recoge una treintena de sus mejores óleos. Son lienzos protagonizados por paisajes naturales y urbanos, retratos, bodegones e incluso imágenes religiosas.
Cuando la pintura llena de colores el alma y carga de vida momentos claros, y también oscuros, la expresión artística adquiere una nueva dimensión. Sirve de oasis para quien empuña el pincel y en ocasiones como esta, también propicia el disfrute de quien observa el resultado. Es lo que sucede con la cuidada selección de obras que Adela Amores expondrá, a partir de este sábado, en la Casa de la Cultura “Juan Valera” de Doña Mencía.
La muestra la forman una treintena de óleos en los que la autora ha recreado paisajes naturales y urbanos de nuestro pueblo, así como otras naturalezas encontradas en internet. El público observará del mismo modo, imágenes religiosas, retratos familiares y bodegones.
Tal y como la misma autora ha explicado, es autodidacta y suele llevar al lienzo aquellas fotografías que le agradan. Una característica común en muchos de sus trabajos es la búsqueda de color constante, de luz, de agua, de flores, de vida. En Onda Mencía Radio, comentaba al respecto, que si tuviera que buscar un título para sus pinturas, las llamaría Llenar mi vida de colores, “porque me gustan los olivos, pintar el cielo, el agua, las flores. Que ya la vida tiene demasiadas preocupaciones. Y si lleno mi vida de colores, el que lo vea también se alegrará“. Gusta además acompañar a la autora por la sala, pues sincera, explica las dificultades de la creación de cada imagen. Con ella se palpa la dedicación y el cariño puesto a cada obra, la implicación de su familia en el proceso y el esfuerzo que hay detrás de cada pintura.
Adela Amores ha recordado, en la 107.6 FM, que empezó a pintar hace más de 20 años, recreando entonces una puesta de sol. Esta es la segunda vez que expone sus trabajos, admirados por quienes ya los han visto, a pesar como ella dice, de “su técnica inventada” y de las correcciones previas con un calcetín y aguarrás.