Este sábado fue emitido en directo el primer programa de la tercera temporada de este espacio sobre feminismo. Ya puedes escuchar el podcast de esta emisión en la que se analizaron los retrocesos en igualdad que ha ocasionado la pandemia.
“Salvaje“ de Fuel Fandango volvió a sonar este 24 de octubre en Onda Mencía Radio. La sintonía precedía el estreno de la tercera temporada del programa “El quinto coño”. Las voces de Clara Campos, Marta Muñoz y Paqui Luque ocuparían la 107.6 FM instantes después. Y es que el Quinto ha vuelto a las ondas para seguir hablando de feminismo y poner sobre la mesa situaciones de desigualdad que se siguen produciendo.
Fue en marzo cuando la Covid y el confinamiento acabaron con el especial por el Día de la Mujer que tenían previsto emitir. El equipo del programa continuó no obstante con su apuesta por difundir la labor de mujeres destacadas en redes sociales y a través de la sección semanal radiofónica que encabeza Marta Muñoz, “Mujeres tenían que ser“.
Han pasado varios meses sin escucharlas los sábados, pero ya están de vuelta al completo y cada mes podremos disfrutar de sus informaciones y reflexiones en la emisora de Doña Mencía, una acción voluntaria fruto del compromiso feminista de estas tres mujeres.
En su regreso a la radio “El quinto coño” comenzó analizando las consecuencias en materia de desigualdad que está produciendo la pandemia, ofreciendo cifras de organismos internacionales que constatan los problemas de conciliación existentes y los retrocesos en igualdad que esta nueva realidad está ocasionando.
Además, en la última parte del programa, se dio voz a las personas que quisieron transmitir sus opiniones o experiencias, destacando el escrito que una sanitaria les envió para que fuera leído en antena. El texto decía así:
“Que bonito es ser llamado Ángeles, pero quien sabe si realmente lo somos.
Es un sábado por la mañana de una semana de Covid-19. Finalmente un día libre después de mucho trabajo, pues para ti la cuarentena no existe, no hay prohibición de salir… nunca existió.
Pero en casa hay deberes atrasados, manualidades, ropa y sobre todo unos niños que necesitan estar con su madre.
Pero no, no descansas, debes trabajar, eres precisa dicen. La llamada llega.
Debes irte. Es necesario cubrir turnos.Tu compañera positiva y debes cubrirla. Te quejas, pero lo haces.
Mientras te preparas piensas que acabe marzo, que acabe esto. Marzo no fue misericordioso: turnos de 14 horas, vacaciones canceladas, descansos haciendo deberes y deberes…. ¿Que son los descansos con dos niños y mil cosas atrasadas?
Llegas al hospital.
Alguna figura en los pasillos, mucha gente moviéndose. Salas críticas con pacientes positivos. Todo blindado.
Mis compañeros con la cara marcada, agotados, me dan el relevo y tú, que vienes agotada de casa, das el relevo con la mejor de las sonrisas y los despides.
El proceso de vestirse es largo, cuidas todo muy bien. No se pueden cometer errores de negligencia.
Entras en la habitación vestida, agobiada, pero sonriendo. La paciente tiene un casco en la cabeza, su nombre es CPAP y sirve para respirar mejor. Tiene pocas esperanzas, el monitor lo confirma. Me cuenta que tiene tres hijos y dos nietos pequeños y sabe que va a morir. Aunque habla cada minuto por teléfono con ellos, sabe que no podrá verlos ni despedirse. Y no pudo, no pudo despedirse de nadie.
Dias duros y los que nos quedan por pasar. Así es nuestro trabajo. Se nos escapan lágrimas debajo de nuestro EPI y seguimos…
Y para terminar solo quería decir que también queremos que nos cuiden, no solo la sociedad sino las administraciones públicas. Que no caigamos en saco roto y que no se repita lo pasado.
Seguimos luchando. Nos aplaudieron como héroes, pero no lo somos, sólo tenemos una profesion maravillosa que ha sabido y está adaptandose a los malos tiempos.
Hace años escuché la palabra resilencia. Esas somos nosotras, las que formamos parte de este mundo. Pero cuanto más difícil lo tenemos, más nos crecemos.
Pero esta resilencia pasa factura en nuestras vidas y nos hace perder fuerza para defender nuestros derechos profesionales y personales“.