Dos de ellas tuvieron que retirarse en julio por el mal estado en el que se encontraban y tras someterse a un proceso de refundición, suenan ya en el campanario de la parroquia. Acompañan a una tercera de mayor tamaño que se ha mantenido fija.
Hay un sonido común que en Doña Mencía siempre nos acompaña en momentos de celebración o despedidas, o que incluso marca el ritmo de la jornada con su melodía de media mañana. Nos referimos al repicar de las campanas, esa música solemne que parte del campanario de la parroquia y que a su manera, también nos informa de las buenas o malas noticias. Un compás que desde junio no era el mismo en el municipio, pues dos de las tres campanas de la iglesia tuvieron, primero que anularse, y en julio retirarse, por el mal estado que presentaban. Dado su peso y tamaño, la operación requirió incluso la colaboración de una grúa de la empresa Transimeón. Durante los meses siguientes, se sometieron a un proceso de refundición en una entidad de Torredonjimeno especializada en este sector, denominada Campanas y Rosas, cuyos trabajadores han vuelto a reponerlas en el campanario este 23 de septiembre.
Sepan que la parroquia Nuestra Señora de la Consolación cuenta con tres campanas desde 1979 y cada una tiene su respectivo nombre propio. La de mayor tamaño fue llamada del Santísimo Sacramento y se ha podido mantener en la iglesia desde entonces. Han sido las dos de menor tamaño las que se han refundido este verano, las nombradas antaño como San Martín de Porres y Nuestra Señora de los Dolores. “Nos dijeron que había un problema grave. Si lo hubiéramos dejado un poco más, podrían haber hundido el campanario,” explicaba el párroco, D. José Antonio Tejero Cárdenas, en Onda Mencía Radio. Desde este miércoles vuelven a formar parte del campanario menciano, aunque con la nueva refundición se les han añadido en sus inscripciones el Año del Señor 2020 y los nombres de San José, (por el 150 aniversario de su patronazgo sobre la Iglesia) y Nuestra Señora de la Asunción.
Como curiosidad, cabe resaltar que tanto las campanas de volteo como las fijas se tocan desde hace tiempo en nuestro pueblo de manera electrónica, pulsando un botón. Incluso muchos de sus toques son programados automáticamente. La grande es utilizada normalmente para el toque de diario. La San Martín de Porres, datada de 1997, es de volteo y se encarga del repique de los domingos y la fiestas. Sé prevé por lo tanto su estreno completo el próximo sábado durante las comuniones.
La otra pequeña que se ha refundido, la de Nuestra Señora de los Dolores, databa de 1915, y era originaria de la Iglesia Vieja. Tal y como ha informado el seminarista Javier Montes, pasó después a la Ermita del Espíritu Santo y en 1979 fue trasladada al nuevo campanario de la parroquia. Llevaba sin embargo desde 2009 desconectada por los daños que sufría en su estructura. Vuelve ya desde hoy a ofrecer los toques de diario y de difuntos.